jueves, 27 de agosto de 2009

¡Cuántas cosas han pasado...!

Sí, ya sé que he descuidado demasiado este rincón en el que me comunico con vosotros. Algunos incluso me lo habéis recordado cuando me he encontrado con vosotros. Y a algunos, y eso es lo más bonito de todo, ni siquiera os conocía en persona y ahora ya os pongo cara.
Y es que es cierto que han pasado muchas cosas desde la última vez que escribí en este blog. Pocos días después toreé en Madrid, y aunque las cosas no salieron mal y me fui con un regusto muy dulce de buen toreo con la mano izquierda, tampoco le corté las orejas a los toros, y eso también es importante. Lo pero de todo fue que al día siguiente se fue un amigo. Sólo Dios y él sabrán por qué, pero se fue, y eso me produjo una sensación de pérdida enorme. Hoy ya sé que Juan Luis, allá donde esté, está velando por mí como sólo él sabe hacerlo. Ahora es su hijo quien me acompaña en la cuadrilla, y es como si una parte de él siguiera con todos nosotros.
Mi forma de recordarle fue brindarle, en Chota, en Perú, el toro del triunfo. Y creo que él me echó una mano para que disfrutase tanto haciendo el toreo, el de toda la vida, el que me nace del alma y me llena de verdad, el que me permite expresar lo que siento. Por eso el Escapulario de Oro que me traje de Perú tiene escrito su nombre.
Luego ha habido tardes en las que he vuelto a sentir el toreo, como la de Salvaleón, el pueblo de mi madre, donde pude disfrutar de mi profesión rodeado de mi familia y de amigos que hacía tiempo que no veía y a los que me encantó volver a saludar. Y también fue importante la tarde de Navalcán, a pesar de que mi lote no ayudó como a mí me hubiera gustado. En fin, no todos los días los toros te permiten hacer el toreo que sientes.
Ahora hay que pensar en lo que nos queda por delante. El sábado toreo un festival en Gálvez, en Toledo, y al día siguiente estoy anunciado en la Feria de Cuéllar, en Segovia. Será un fin de semana para vivir intensamente mi profesión y para que pasen cosas importantes, que Salamanca, mi tierra y mi plaza, está ahí, a la vuelta de la esquina. Será el 13 de septiembre, con la corrida de José Luis Marca y con Chaves y Valverde en el cartel. Y os aseguro que va a ser una tarde importante.
Pero hasta entonces todavía queda mucho. Hay que ir paso a paso, y los primeros se dan este fin de semana. Prometo no abandonaros tanto y volver a escribir el lunes o el martes. Que tiene razón mi amigo Isidoro: vosotros sois los que siempre estáis ahí y os preocupáis por mí.
Un abrazo a todos.

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